A pesar de que el clima generalizado que se ha respirado durante estos últimos meses ha sido de crisis, incertidumbre e inestabilidad, el mercado del arte ha alcanzado cifras astronómicas y datos históricos. Entre ellos se encuentran el segundo cuadro más caro de la historia –y el primero de un pintor contemporáneo–, récords de ganancias en las principales casas de subastas y un gran número de pintores que han visto sus mejores cifras sobrepasadas.
El pasado mes de diciembre, Christie’s anunció que sus ganancias en 2022 habían logrado una cifra de récord con 8.400 millones de dólares, cantidad que calificaban como “la más elevada del mercado del arte” y que supone un incremento del 17% con respecto a la obtenida por la casa de subastas el año anterior. De igual modo, Sotheby’s alcanzó la recaudación más alta de su historia con 8.000 millones de dólares. Entre estos resultados de récord se cuentan también hitos como la subasta de uno de los fundadores de Microsoft, Paul G. Allen, en la que Christie’s recaudó un total de 1.530 millones de euros o la venta de la obra más cara del año, solo superada en términos absolutos por el polémico Salvator Mundi de Leonardo da Vinci en el año 2017. A pesar de que estas cifras astronómicas podrían parecer un buen síntoma, también son una muestra de la inflación descontrolada en el sector.
La obra que ostenta el privilegio de ser la más costosa del año es «Hot Sage Blue Marylin», de Andy Warhol, cuyo valor ascendió a 195,04 millones de dólares. Se trata de una versión de las únicas cinco serigrafías realizadas con la misma técnica, y pertenece a la colección de los hermanos suizos Thomas y Doris Ammann. Su venta supuso más de la mitad de las ganancias totales de la jornada, que ascendieron a 318 millones de dólares. Además de ser la obra más cara vendida en 2022, ha conseguido destronar a Picasso y a sus Femmes d’Alger, convirtiéndose en la pieza contemporánea de mayor valor adjudicada en venta pública. Aun así, no logró alcanzar los 200 millones en los que se había estimado su cuantía.
Además, no es la única obra de Warhol que se sitúa entre las más costosas del año, pues la octava pieza del listado es White disaster, subastada en Sotheby’s, con un valor de 85,4 millones de dólares. En este caso, se trata de una obra compuesta de diecinueve repeticiones de una fotografía de un accidente de coche publicada en la revista Newsweek, y forma parte de la serie Deaths and disasters.
Las cuatro siguientes obras más caras del año pertenecen a la colección de Paul G. Allen. Esta colección y su subasta en Christie’s ha logrado pulverizar todos los récords, recaudando más de mil millones de dólares. De hecho, solo con la primera de las dos sesiones consecutivas en las que se ofreció la colección ya se logró superar –por más del doble– el resultado de la que hasta el momento era la licitación que más había recaudado, la celebrada en Sotheby’s para vender la colección de Linda y Harry Macklowe a finales de 2021.
El lienzo que alcanzó el precio más elevado fue Las modelos, retrato de grupo, pintado por el puntillista Georges Seurat en 1888, y vendido por 149,2 millones de dólares, siendo una de las pocas obras del artista que pertenece a coleccionistas privados.
El siguiente cuadro más caro fue La montagne de Sainte-Victoire. Este emblemático paisaje de Cézanne, en el que representa la montaña que pintó en múltiples ocasiones a lo largo de toda su carrera, es la muestra perfecta de que en la colección del empresario informático predominaban los paisajes puesto que, según afirmaba, eran para él “una forma de mirar al exterior”. A este le sigue Huerto con cipreses, de Vincent van Gogh, uno de los 20 artistas que ha visto superado en esta licitación el precio más alto que una obra suya había alcanzado hasta el momento, obteniendo 117,2 millones de dólares.
En quinto puesto se encuentra Maternidad II, obra de Paul Gauguin que alcanzó los 105,7 millones de dólares. El artista galo, sin embargo, ya ostentaba un lugar en la lista de cuadros más caros –no ya del 2022, sino de la historia– con su Nafea faa ipo ipo? vendido por más de 200 millones de dólares.
En los siguientes puestos del ranking se encuentran Klimt –obra que también proviene de la misma colección– con su Bosque de abedules, Lucien Freud, Jean-Michel Basquiat y El imperio de las luces, de René Magritte. El caso de la obra de Klimt es reseñable puesto que alcanzó los 105 millones de dólares, que distan mucho de los 40 millones que Allen pagó por el lienzo cuando se hizo con él en el año 2006. Además, el austriaco es otro de los artistas que ha visto el precio más alto pagado por uno de sus lienzos superado con creces, ya que antes de El bosque de abedules su obra más costosa, Retrato de Adele Boch-Bauer había obtenido 88 millones de euros.
En el mundo de la fotografía, aunque los precios no hayan alcanzado las elevadas cifras vistas en el arte pictórico, el 2022 ha sido también un año de récord, pues la archiconocida instantánea de Man Ray El violín de Ingres se ha convertido en la imagen más cara de la historia, con un precio de 12,4 millones de dólares. Esta cifra casi triplicó el récord anterior, que se encontraba en 4,3 millones de dólares, obtenido en 2011 por Rhein II, el paisaje del artista Andreas Gursky.
Fuente: https://arsmagazine.com